Botox

Es una toxina que afecta a los nervios (neurotoxina) producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum (responsable de una enfermedad llamada botulismo). La toxina botulínica impide que las señales nerviosas se trasmitan desde los nervios a los músculos, produciendo una parálisis muscular temporal sin lesionar las estructuras nerviosas.
El bótox es utilizado para el tratamiento de arrugas de expresión en el tercio superior de la cara: «frente, entrecejo y patas de gallo», también se emplea en casos de sudoración excesiva. Las inyecciones de bótox emplean una toxina para impedir temporalmente el movimiento de un músculo. Estas inyecciones a menudo se utilizan para suavizar arrugas en la cara.
También, se usan para tratar los espasmos de cuello, la sudoración, la vejiga hiperactiva, el ojo perezoso y otras afecciones. Las inyecciones de bótox también pueden ayudar a prevenir la migraña.
¿POR QUÉ SE REALIZA?
Las inyecciones de bótox bloquean determinadas señales químicas de los nervios que hacen que los músculos se contraigan. El uso más frecuente de estas inyecciones es con el fin de relajar los músculos faciales que causan las arrugas que están entre las cejas y otras arrugas faciales. Las inyecciones de bótox también se usan para aliviar los síntomas de algunas enfermedades.
RESULTADOS
Las inyecciones de bótox, por lo general, comienzan a hacer efecto de 1 a 3 días después del tratamiento; es posible que pase una semana o más antes de que se vean los resultados completos. No todas las personas tienen resultados visibles o sienten un alivio de los síntomas.
Según el problema que se esté tratando, el efecto puede durar de 3 a 4 meses. Para conservar el efecto, probablemente necesitarás inyecciones de seguimiento con regularidad, como mínimo cada tres meses.
